Emilia Pardo Bazán: El cisne de Vilamorta

 


Antes de Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza o Insolación escribió Emilia Pardo Bazán El cisne de Vilamorta; justo después de publicar La tribuna.  Y la verdad es que, dejando la última Insolación, son cuatro novelas muy interesantes. En todas se impone la visión de Doña Emilia y su estilo personal.

El cisne de Vilamorta se nos presenta como una historia de amor no correspondida entre una mujer, madre soltera, maestra del pueblo, no muy agraciada y con un hijo con problemas físicos (como vemos no es una mujer del montón) y un joven licenciado en Derecho que aspira a convertirse en un poeta de renombre, al estilo de Bécquer (apodado el cisne de Vilamorta). Pero bajo el aparente simple imposible amor de los protagonistas vamos vislumbrando una denuncia social sin paliativos (como en todas las novelas que he reseñado más arriba y en la mayoría de sus  Cuentos).

Pardo Bazán no pone el foco directamente sobre lo que quiere denunciar. Lo pone sobre sus personajes. Evita juzgarlos directamente. Pero nosotros lo hacemos en la medida que, observando en cada momento a uno de ellos, siguen los otros estando presentes, aunque los veamos de refilón. Así empatizamos con Leocadia y comprendemos cada acto que hace por amor, aunque le lleven a la ruina. También entendemos a Segundo, incapaz de resistir un corazón de poeta como el suyo la belleza de la hermosa Nieves, cuyo esposo, Victoriano, está ya algo mayor. Así que cuando el matrimonio llega a Vilamorta en busca de descanso y recuperación para el marido, intuimos que la frágil relación entre la maestra y el poeta no va a aguantar.

A medida que van sucediendo los acontecimientos, adquirimos una visión global de todos los personajes involucrados y nos vamos percatando de la “denuncia” que Pardo Bazán hace. Leocadia se deja arrastrar por el sentimiento romántico no correspondido estúpidamente. Segundo solo piensa en que Nieves se enamore de él, como un reconocimiento de que es un poeta sobresaliente que enamora a quien se propone. Y Nieves, que se nos muestra al principio como la mujer fiel perfecta, poco a poco la vemos como una mujer que solo busca mantener su buena reputación y posición social. ¿Quién va a pagar el pato? Pues os lo podéis imaginar.

Por cierto, es imposible no sentir que hay algún tipo de ligadura entre El cisne de Vilamorta y La regenta. Cierto que se publican casi al mismo tiempo, pero entre Clarín y Pardo Bazán por aquel entonces había una relación literaria  muy intensa. Apunta Clarín como gran defecto de esta novela:

«El cisne no me llena. En cuanto al cisne mismo es un pato y todo aquello me pareció insípido».

Quizás el comentario evidencie el machismo imperante y cómo la voz de Pardo Bazán es ajena a ese machismo; es una voz de mujer. Dice Clarín que debería la escritora haber profundizado en la crisis personal de Segundo. Quizás esa(machismo/feminismo: visión de la mujer/visión de un hombre) es la causa de que Clarín escribiese La regenta y después Su único hijo, mientras Pardo Bazán escribió novelas como El cisne de Vilamorta, La tribuna o Insolación.

 

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