Miguel de Cervantes: Novelas ejemplares III
En otra de las ediciones que tengo de las Novelas ejemplares sí aparecen La señora Cornelia y La tía fingida.
…
Llegados a este punto parece que he leído todas las Novelas
ejemplares de Cervantes (Novelas ejemplares I, Novelas ejemplares II y este par que se mencionan más arriba). Y ya
puedo decir lo difícil que me resulta reseñarlas. Prueba de ello es la “broma”
que podéis leer en Novelas ejemplares II : un comentario que la
famosa inteligencia artificial ChatGPT
me ha elaborado sobre estas novelas (espero se me perdone la modernidad).
En primer lugar hay que considerar el término “ejemplar” como
que sirve de “ejemplo de novelas”, no solo
de comportamientos o enseñanzas. Como dice Cervantes en el prólogo se trata de historias que él ha creado
originalmente, sin copiar estilos o formas propias del momento que
correspondían a traducciones de otras lenguas. Él se considera el primero en
escribir “novelas”. Sin tener elementos de juicio suficientes para valorar esta
afirmación, podemos destacar algunos temas principales recurrentes en estas de Cervantes: el deseo del hombre hacia la
mujer (pero también el de la mujer hacia el hombre), el mundo de la picaresca,
las relaciones sociopolíticas entre los estados y la descripción social o
costumbrista.
Aunque son diferentes las agrupaciones que uno puede leer en trabajos sobre estas Novelas ejemplares, una posibilidad es
la siguiente:
- picaresca-costumbrismo-popular: La
gitanilla, Rinconete y Cortadillo,
La ilustre fregona, El casamiento engañoso y Coloquio de dos perros y La tía fingida.
- relaciones amorosas: El
amante liberal, La española inglesa,
La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, Las dos doncellas y La señora Cornelia.
Fuera de estos dos grupos es necesario dejar El licenciado Vidriera, obra, sin lugar
a duda, absolutamente peculiar aunque en ella se hace una mordaz descripción de
la sociedad del momento.
Por otro lado, estos grupos no son disjuntos. Pues en La gitanilla y La ilustre fregona, por ejemplo, el amor también está presente. En
estas dos, la agnición (en el sentido
tradicional de reconocimiento) se
utiliza como elemento sorpresivo. De hecho, este recurso se utiliza también en El amante liberal, La española inglesa, La
fuerza de la sangre, Las dos
doncellas y La señora Cornelia.
Por tanto, el entretenimiento del lector es uno de los objetivos principales de
Cervantes.
La otra forma de entretenimiento es la descripción realista o
idealizada de la “realidad”. Sevilla,
Barcelona, Salamanca, Bolonia, Londres, Flandes, viajes por el mar, a caballo por las tierras españolas,
altercados con los turcos, con los británicos… Cervantes sitúa las novelas en un amplio entorno, pero conectado
con los lectores. Si bien en el caso de El
celoso extremeño el protagonista hace fortuna en las Indias, solo se nos cuenta para dar a conocer el origen de su
fortuna y lo mucho que Carrizales ha
vivido. Incluye esa descripción elementos sicológicos, paisajísticos y
costumbristas. Las corruptelas y los
bajos fondos también son elementos comunes de varias novelas.
Por otro lado, por acabar de alguna manera (pues la verdad, uno siente que quizás debería dedicarse a releerlas y estudiarlas con detenimiento), se reconoce la influencia en algunas novelas del XIX y principios del XX que he leído hace poco. Me arriesgo a decir que algo del carácter de la Gitanilla tiene La tía Tula, que el Don Juan de Byron se nutrió abundantemente de El amante liberal, que Nada más que todo un hombre y algunas escenas de La regenta nos recuerdan a El celoso extremeño o que el inicio de La señora Cornelia hace lo propio con el inicio de El maestrante.
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