Miguel de Unamuno: La tía Tula

 

La tía Tula (1921) se ha considerado una de las mejores cien novelas en español del siglo XX (de Unamuno también aparece Niebla,). Y, la verdad, es que, especialmente al principio, uno se encuentra con una prosa muy cuidada y bella, lejos de la prosa directa y efectiva de sus novelas anteriores.

Sigue siendo una novela corta, con capítulos breves.

[Yo las había considerado impresionistas, pero he leído que se consideran más bien expresionistas. La diferencia radica en el tema y el enfoque. El impresionismo se preocupa por el marco o paisaje mientras que el expresionismo se centra en los pensamientos y conflictos subjetivos. Ante esa caracterización es evidente el carácter expresionista de las obras de Unamuno.  Sea como fuere, Unamuno se adelanta a todos, expresionistas y existencialistas, pues escribió La tía Tula en 1907].

Tula es la hermana de Rosa, a quien le atrae Ramiro. Pero a Ramiro le gusta Tula.  El triángulo sentimental produce el conflicto inicial de la novela. Si Unamuno se hubiera centrado en Ramiro es probable que la novela no hubiera tenido mucho interés. Pero el acierto y maestría del vizcaíno fue centrarse en Tula.

Tula es una especie de Doña Perfecta, pero con buen corazón. Es decir, es una mujer de fuertes convicciones religiosas; y buen corazón. Así, no quiere que su hermana Rosa sufra y hace todo lo posible para que ella y Ramiro se casen y formen una familia. La moral y su “bondad” le hacen incluso cuando la vida le da una segunda oportunidad, ponerse en último lugar tras el qué dirán, el recuerdo de su hermana y la educación de sus sobrinos. Aparentemente todo y todos antes que su propio bienestar o placer terrenal. Y digo aparentemente porque, aunque pensemos en varias ocasiones, no seas tonta y disfruta de la vida, sentimos con ella que su forma de “disfrutar” la vida es siendo fiel a sus principios.

Y entonces, al final del libro, cuando todo ha terminado, somos conscientes de la magnífica novela que hemos leído, absolutamente existencialista, haciéndonos ver lo atrapados que estamos por nosotros mismos. No nos atrevemos a juzgarla. Vivió haciendo uso de su libertad, esclava de sí misma.