Gabriel Miró: La novela de mi amigo
La
novela de mi amigo es una de las primeras obras de Gabriel Miró. Relata la atormentada historia de Federico Urios. Como artista que es, nos
cuenta su vida de manera afectada. La fatalidad le ha acompañado durante toda
ella. Pintor mediocre, casado por inercia,
amante de su hija, poco a poco todo se vuelve aciago en su vida y nosotros
vamos presagiando lo peor. No es por tanto esta novela corta un canto a la vida,
ni a la naturaleza, ni a la amistad, ni al arte en general. Aunque quizás, haberla
escrito de esa manera es una manera de reivindicar justamente todo lo anterior.
No obstante, desde la primera frase uno nota que lo que más le importa a Gabriel Miró es el punto de vista
narrativo.
Estamos en 1908, siguen vivos algunos de los grandes escritores del XIX (Galdós, Pardo Bazán, Blasco Ibáñez…).
Azorín, Baroja, Unamuno, más
mayores que Miró, ya han marcado
otras formas narrativas. Es precisamente en ese año cuando Pardo Bazán publica La sirena negra. En esa novela, como
en la publicada antes, La quimera, la gran escritora nos da muestras de innovar
en el arte de narrar. Lo mismo hace Miró.
Empieza la novela en primera
persona narrando la infancia el protagonista:
…Mi madre fue lavandera; mi padre
albañil. Tuve una hermana que se llamaba Lucía. La vida de esta niña hermana,
puedo decir que se redujo al espanto de su muerte…
Parece que somos el interlocutor.
Nos vamos enterando de los dramáticos sucesos que llevaron a la muerte de la
niña. De primera mano; de él, a nosotros. Hasta que un narrador distinto
interviene:
... Salimos á mis rejas, amparadas por las ramas, robustas y aromosas
de mis pinos. Descansó el narrador su frente en el delicioso regazo de la
tarde. Y después dijo: Ya le conté que mi madre era lavandera, ¿verdad?...
Gabriel (¿?) nos cuenta la novela de su amigo.
La cosa no queda ahí y más
adelante, casi al final, aparece un narrador tradicional contándonos los
últimos desgraciados hechos.
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