Leopoldo Alas Clarín: Pipá

 


Quiero decir antes que nada que me impresionaron mucho más, globalmente, los Cuentos de Emilia Pardo Bazán que estos de Clarín. Dicho esto, también quiero decir que en algunos momentos de mi vida, influido principalmente por Borges, me dedicaba a leer cuentos. Ahora prefiero leer novela. El cuento no me llena. Y eso me hace pensar que leo para llenarme la vida. Es también por ese motivo que tampoco leo poesía. En fin, valga lo dicho como justificación de esta reseña, probablemente menos lisonjera de lo esperado.

Pipá es un libro de relatos que Clarín reunió y publicó en 1886. Consta de 9 cuentos. El primero es el que da título al libro. Enseguida nos damos cuenta que Clarín escribe de una manera especial y que las historias que narra nos hacen vislumbrar una personalidad muy peculiar. Creo que esto es algo muy importante en su estilo pues el autor es protagonista de sus cuentos. No quiere decir esto que se involucre en una primera persona o que se haga presente con ciertos comentarios. Es más bien algo implícito. No parece que el narrador se tome sus historias en broma. El humor es exigente. La descripción de las conciencias simples o atormentadas, de moral ligera o escrupulosa, siempre es concienzuda.  No aparecen elementos gratuitos. El lector ha de ser un lector atento. Si solo buscas entretenimiento, igual estas historias no son las tuyas.

Otra característica que aparece casi en todo momento es un aroma de sordidez que contrasta con otros autores del momento. En especial con la naturalidad y bondad con la que Galdós escribe. En cierto sentido me han recordado a los cuentos de Salinger.

Curiosamente, aunque no recomendaría leer estos cuentos a un lector medio, al repasar los títulos, solamente eliminaría uno de la colección, el segundo: Amor’è Furbo. Pipá me parece especialmente sórdido. Mi entierro es alucinante. Una fantasía surrealista. Un documento, acaba siendo una interesante reflexión sobre lo que hoy llamaríamos autoficción. Avecilla, una burla de la moral burguesa como El hombre de los estrenos es una burla de los culturetas que pretenden estar presentes en todos los saraos. Las dos cajas, impresionante. Sí, impresionante. Bustamante es similar a El hombre de los estrenos, pero en esta ocasión se burla del mundillo periodístico y de la situación política. Finalmente, Zurita, es prácticamente humorístico-existencialista

¿Quién diría que estas historias se escribieron en el siglo XIX?

 

 

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