Peter Handke: Don Juan (Contado por él mismo)

 

Estamos cerca de Port-Royal de los campos (en el libro traduce la parte final porque dice que Handke lo escribe en alemán en el original). Creo que no es gratuito que se sitúe en ese lugar esta novelita. Si leemos algo de su historia:

…pronto despertó el interés de mucho noble o alto burgués desventurado que estaba en busca de paz.

El narrador es un cocinero que vive en un albergue cerca de las ruinas del antiguo y famoso monasterio. Un día, aparece Don Juan saltando la tapia, huyendo de una pareja que le sigue en moto. Durante siete días le contará Don Juan sus peripecias de los siete días anteriores. Obviamente tiene encuentros con mujeres, curiosamente también está en una boda (como en el Don Juan de Tirso y de Molière), pero lejos de ser él un provocador que persigue cualquier falda con que se encuentra, más bien es su sino. Un cruce de miradas es suficiente para que ellas se sientan atraídas por ese hombre misterioso y fantástico. 

¿Lo de siempre? No exactamente. Handke nos presenta un Don Juan diferente a lo habitual. Un hombre que tuvo un hijo y lo perdió. Aquella pérdida lo convirtió en un hombre taciturno. Sabedor de su poder, de su eternidad, sigue su camino sin fin.

…por lo que me contó Don Juan de él mismo, he llegado a saber esto: todos ellos eran falsos Don Juanes, incluso el de Molière, incluso el de Mozart.

Puedo testificar lo siguiente: Don Juan es otro. Yo lo vi como alguien que era fiel, la fidelidad en persona. Y para mí fue además algo distinto de simplemente amable, fue atento. Y si alguna vez he encontrado a un ser humano paternal, éste era él: se le escuchaba y se creía en él.

El libro está bien. Es curiosa la interpretación que hace de Don Juan. Por un lado, al mencionar lo del hijo nos ofrece una novedad que yo no he leído en ningún otro autor de los que he leído hasta ahora que trata sobre Don Juan.

Don Juan se había quedado huérfano, y no en un sentido figurado, fuera éste el que fuera. Hacía años que había perdido a la persona que tenía más cerca, y ésta no era ni su padre ni su madre, sino, por lo menos esto es lo que a mí me parecía, su hijo, su único hijo. Así que incluso con la muerte del hijo puede uno convertirse en un huérfano, y hay que ver hasta qué punto.

Y como vemos, lo hace de una manera muy peculiar.

Por otro, ese sino al que parece obedecer Don Juan. No tiene más remedio, es algo que no puede evitar.

El poder de Don Juan provenía de sus ojos. No necesitó mencionar el hecho de que en relación con esto no podía hablarse de ningún tipo de mirada aprendida por medio de ejercicios. Nunca quiso ni nunca planeó tal cosa. Y, sin embargo, de antemano era consciente del poder o del significado que se proclamaba en el momento en el que dirigía los ojos, no, el ojo a la mujer, de tal manera que en lugar de ser señorial, casi se podía decir que era más bien medroso.

En conclusión, un libro curioso. Nada más. Increíble lo que llega a inspirar este personaje de nuestro teatro.

 

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