Benito Pérez Galdós: La Fontana de Oro
La Fontana de Oro es la primera gran novela española de la época
contemporánea, dice Federico
Sainz de Robles en la introducción a la novela en las Obras completas de Galdós.
Hacía mucho tiempo que no leía
nada de Galdós. Cuando hace poco
acabé Paz
en la guerra, de Unamuno, me
dije que no podía posponer más la lectura de la primera novela del maestro Galdós.
No sé muy bien por qué pensaba yo que sería una obra de poco interés,
iniciática, con los habituales defectos de las opera prima. Pero, como dice
Sainz de Robles, nada de eso. Ya nos
encontramos con un novelón galdosiano
(no por su extensión).
Por lo que sugiere Sainz de Robles en el prólogo, Galdós escribió esta novela al ver que
sus intentos en el drama no producían los éxitos que deseaba. Así, quizás para
su sorpresa y la de los lectores de la España
de 1870, se convirtió en el mejor escritor del momento y, posiblemente, en el
segundo gran escritor de novelas en español después de Cervantes.
La Fontana de oro fue un café, cerca de la Puerta del Sol, en donde los liberales se reunían. Ya tiene claro Galdós en su primera novela que quiere
nutrir a sus obras de la realidad histórica próxima. Cierto que es como si hoy
en día escribiéramos sobre los años 70 del XX, muy lejos para la juventud, e
incluso para la gente de mi edad. Y muy lejos para él, que a la postre contaba
solo con 27 años. Después, en sus obras se contemporizó más todavía. O al menos
esos nos parece ahora.
Un poco de realidad histórica,
personajes de un ambiente provinciano, personajes del Madrid capital del reino de Fernando
VII, ricos venidos a menos, instigadores realistas, liberales
constitucionalistas, liberales exaltados, una historia de amor (la de Clara y Lázaro) que el mundo se empeña en evitar…
Galdós nos hace un gran fresco de la España del 20 del XIX. Un
momento histórico que no vivió. Un momento histórico que fijó en la mente de
sus lectores, de entonces y de ahora.
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