Alejandro Sawa: Noche
Últimamente he ido alternando lecturas de autores de hace unos cien años con autores actuales. Volver a un autor decimonónico, como Sawa, ha sido redescubrir el placer por la novela canónica. Redescubrir no; retomar el placer de la lectura de la novela realista y naturalista española.
Hay algo encantador en algunas novelas del XIX, aunque sean del tardío siglo, como esta de 1888. Aunque sin lugar a dudas el siglo XX supuso la madurez absoluta y el
desbordamiento de la originalidad de la novela, el XIX la llevó a la perfección
estructural y estilística y la convirtió en un objeto artístico y, a la vez,
una herramienta de denuncia o retrato social. En el fondo eso supone el realismo, ¿no?
Noche es una gran novela de Sawa.
Aunque no es tan salvaje como La mujer de todo el mundo, también
asistimos a ciertos momentos terribles. Sawa
apuesta por presentarnos a una familia abulense, muy católica (en el sentido
negativo propio del momento), que prospera y se va a Madrid. La esperanza que los padres ponen en sus cinco hijos se va
desmoronando con el tiempo. Sawa nos
va contando cómo cada uno de los hijos va llegando a la madurez y cómo la
familia se va desintegrando. Hay, ante todo, la idea clara de demostrar
(naturalistamente hablando), que tras la familia católica tradicional (del
momento, repito), solo existe el egoísmo y el fraude. Nada tienen de cristiano ninguno de ellos.
Desconozco si alguna vez se
reunieron las obras completas de Alejandro Sawa (deberían hacerlo. Además, como en una de esas
ediciones de la antigua editorial Aguilar,
con una ilustración del autor y algunas fotos y una buena introducción). Mientras
tanto también se pueden disfrutar algunas de ellas en la Biblioteca
digital hispánica.
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