A. Barea: La forja de un rebelde II: La ruta
La segunda parte de La forja
de un rebelde, de Arturo Barea, se
titula La ruta (1943). En esta ocasión, la Guerra del Riff es
la gran protagonista. Sin embargo, no se trata de una novela bélica. Hay en todo el libro una
intención clara de denuncia de la situación social y política. Se hace hincapié
en la corrupción que existía en el protectorado español. También en la que
existía en la península; especialmente en cómo los hijos de las familias acaudaladas
consiguieron inicialmente que sus hijos no fueran destinados a Marruecos.
Entre la narración de las
vicisitudes de Barea durante los años de destino forzoso, nos encontramos con diferentes
anécdotas protagonizadas por personajes históricos: no solo los militares Millán Astray, Franco o Primo de Rivera,
sino también sobre el mundillo literario del momento: Valle-Inclán o Emilio Carrere.
Si en La
forja notábamos una clara intención de novelar su juventud y
adolescencia, en esta ocasión, se destaca la de narrar con precisión los hechos
históricos que el autor vivió. Así este segundo libro tiene un mayor carácter de
autobiografía que de novela
autobiográfica. Desde ese punto de vista es impresionante la narración de su
relación con una joven que conoce en Marruecos
y cómo decide acabarla.
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