Patrick White: Tierra ignota
Cuando hace unos días releí Las
esferas del Mandala me entusiasmé de nuevo con Patrick White. La otra vez me leí El carro de los elegidos,
que no me gustó demasiado. Probablemente porque estaba muy distante al primero.
Tenía pendiente leer el que suelen citar como su mejor obra: Tierra Ignota
(1957) [Hay una nueva edición en Impedimenta titulada como el original Voss].
A veces uno lee novelas que, sin
llegar a excitarle lo suficiente como para ir recomendándolas a voz en grito a
los amigos y familiares, nos dejan la sensación de haber leído una gran
novela. Esta es una de ellas.
White nos lleva al remoto pasado de
la Australia colonial. A los principios del nuevo estado. Entre los colonos
ingleses (de diferente origen, algunos ex-convictos) aparece Voss, un
alemán dispuesto a adentrarse en una expedición suicida en el corazón del gran
país: en pos del descubrimiento de la tierra ignota. Extraño
hombre, de extrañas convicciones y de trato desagradable, acude a algunas reuniones
sociales que el acaudalado financiador de la expedición da en su casa. Allí
conoce a su sobrina, mujer también de extraño carácter, aparentemente
incompatible con el alemán. De manera sutil, casi imperceptible, surge entre
ellos el amor. Amor que se desborda cuando él parte a través de unas cartas
llenas de sentimientos.
Tras partir la expedición, White
nos conduce por dos mundos que empiezan a separarse: la loca expedición carente
de sentido, la vida de la sobrina preocupada por sus familiares y sirvientes.
Estas dos historias se entrelazan en sueños o momentos oníricos en los que cada
uno de los personajes principales “está” con el otro, encontrando en esa fantasiosa
compañía el apoyo sicológico y sentimental para seguir esperándose.
Muy recomendable.
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