Shmuel Yosef Agnón: Huésped para una noche
Conté hace tiempo cómo un regalo (La caverna, de Saramago) se convirtió en el inicio de una, digamos, obsesión: tener de todos los laureados con el Premio Nobel de Literatura, por lo menos, uno de sus libros.
Shmuel
Yosef Agnón fue galardonado con dicho premio en 1966. Huésped para una noche
(1938) es una curiosa novela que nos sitúa, tras la Primera Guerra Mundial, en una ciudad de centro Europa. El protagonista,
tras perder su casa en Israel tras algunos altercados con los árabes, vuelve a
su ciudad natal. Su mujer e hijos se van con sus familiares a Alemania. Pero él
prefiere volver a su ciudad. Allí presenciamos los cambios que la guerra ha
propiciado. Además, vemos cómo el ir a Israel
es uno de los objetivos de muchos judíos. Sin embargo, bajo el punto de vista
del narrador y de algunos personajes, se critica el funcionamiento del nuevo
estado y a los que lo dirigen.
Aunque en gran medida creemos reconocer
al propio autor como narrador (su propia vivencia), la tradición, la fantasía y
los hechos reales se combinan interesantemente y la novela sorprende en
distintas ocasiones. Eso sí, descubrimos
cómo para los personajes, la religión invade cada rincón de sus vidas. Día tras
día vamos descubriendo sus rituales y tradiciones. El lector interesado y
capaz, puede aprender numerosas palabras en hebreo que vienen explicadas en un
glosario al final del libro.
Comentarios
Publicar un comentario