Manuel Chaves Nogales: A sangre y fuego


Trapiello, en Las armas y las letras, nos regla un gran descubrimiento: Manuel Chaves Nogales y su libro de relatos A sangre y fuego: héroes, bestias y mártires de España. También nos comenta que, además de las valiosas narraciones, el prólogo del autor es digno de enmarcar. En especial este párrafo:

"Cuando iba a Moscú y al regreso contaba que los obreros rusos viven mal y soportan una dictadura que se hacen la ilusión de ejercer, mi patrón me felicitaba y me daba cariñosas palmaditas en la espalda. Cuando al regreso de Roma aseguraba que el fascismo no ha aumentado en un gramo la ración de pan del italiano, ni ha sabido acrecentar el acervo de sus valores morales, mi patrón no se mostraba tan satisfecho de mí ni creía que yo fuese realmente un buen periodista; pero, a fin de cuentas, a costa de buenas y malas caras, de elogios y censuras, yo iba sacando adelante mi verdad de intelectual liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria."

Ya nos podemos imaginar qué interesante autor, condenado al olvido por ambos bandos. Trapiello quiere con este ejemplo mostrar la existencia de una tercera vía. No sé recordar quién lo dice, pero no se trata de un colectivo menor, excepción a la regla. Es un colectivo que va a desaparecer porque los dos bandos enfrentados en la Guerra Civil tienen a ese grupo (¿de equidistantes?) como enemigo común.

En cuanto a los relatos, la verdad, se nos hacen raros de leer. Estamos tan acostumbrados a posicionarnos en un bando o en el otro, que cuando se narra sin tapujos las barbaridades de los dos, mostrándose que son una panda de asesinos que se escudan en sus ideologías sin ningún miramiento, nos sentimos incómodos.

Posiblemente, con el paso de los años, podrán hablar nuestros ciudadanos herederos sobre aquellos bandos asépticamente, sin sentirse parte de ninguno; sin sentir que unos tenían razón y los otros no. Para empezar a llegar a ese estado, no está mal leer estas narraciones.

 

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