Vicente Blasco Ibáñez: La maja desnuda

 


Me ha pasado algo extraño con esta novela. Tiene tres partes y mientras leía la primera y la segunda estaba entusiasmado con ella. Digamos que Blasco Ibáñez hace un muy interesante análisis de lo que es un "típico" matrimonio. Tan típico que a mí juicio sigue estando vigente hoy en día, no por los personajes que lo forman, sino por su interrelación. Al menos en mi imaginario. Cierto que actualmente hay muchos tipos de matrimonio que no encajan con el aquí presentado, pero la idea que desarrolla se puede generalizar a cualquier relación.

Esa idea es que cada uno de los miembros de la relación justifica su desánimo, su infelicidad, por el comportamiento del otro. Y al mismo tiempo cada uno cree infundadas las acusaciones del otro. Y la grandeza de la novela es que entendemos a ambos personajes. Es verdad que no es neutra la narración y tiende a ponerse más en el punto de vista de él, de hecho, parece ser que en su momento se pensó que Blasco estaba hablando de sí mismo (y los más mal pensados, que la condesa que aparece como tercer elemento en la relación, era Doña Emilia Pardo Bazán). Sin entrar en estos cotilleos, se muestra Blasco Ibáñez como un gran narrador difícil de diferenciar de cualquier buen novelista actual.

Sin embargo, la tercera parte no parece suya, comparando el final con las otras que he leído. Renovales, el pintor protagonista, busca desesperadamente alguna modelo que se parezca a su mujer (cuando fue joven). Es una obsesión que me ha parecido absurda. Creo que Blasco quiso acabar la novela con moralina. Lo que tenemos no lo valoramos y cuando lo perdemos nos damos cuenta que sin ello no podemos vivir. Y, aunque comparta el pensamiento, no me ha gustado cómo el autor nos lo ofrece. Pero, repitiendo lo dicho, espléndidas las dos primeras partes.

 

Comentarios

Entradas populares