Silverio Lanza: Medicina rústica
Ya había muerto Silverio Lanza cuando aparece esta novelita o cuento corto en La novela corta. No hay mucho que decir de ella. Se trata de una crítica social tanto al mundo rural como al de la ciudad. La ciudad aparece de refilón, pero también se la critica. Poco tengo que decir de esta obra, que a mi juicio es menor. Quizás, para que el lector (que la puede leer aquí) se haga la idea las palabras finales:
»Sed limpios.
»Tened limpia vuestra cama, vuestra conciencia y vuestro estómago.
»Limpiad vuestra casa y vuestras ropas.
»Limpiad vuestras heridas con lo que más limpie: el agua limpia, el alcohol limpia y el ácido limpia.
»Y si, a pesar de tanta limpieza, no os curáis, llamad a vuestro médico, pero no para engañarle y para afrentarle, sino para orientarle y agradecerle con largueza.
»Y cuando veáis que un médico no os habla claro, huid de él, porque, creedme, la medicina con oscuridades, la justicia con oscuridades y la devoción con oscuridades son una enfermedad, un delito y una herejía.
»Finalmente, mientras seáis unos cerdos sólo podréis aspirar a que vuestros médicos sean unos porquerizos.
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