Gonzalo Torrente Ballester: Don Juan
Cierro los ojos y me dejo
llevar a un tiempo remoto, en el que yo aún no había nacido, para
aparecer junto la pasarela de embarque por la que Gonzalo Torrente
Ballester y su familia se disponen a subir al avión que les llevará a
EEUU. Quiero con este gesto hacerle llegar al gran profesor y escritor
español mi sentir. Estoy aquí, le diré tomando sus manos con las mías,
si me lo permite, para decirle que acabo de leer su maravillosa novela
Don Juan y vengo del futuro adrede para que al abandonar este país
desagradecido sepa que finalmente habrá en él gente que reconocerá su
mérito plenamente. Ya sé que usted sabe que ha escrito una de las
grandes novelas de la literatura española. Como también sé que,
asqueado, deja el país por el silencio con que se le ha tratado. No
estoy aquí para hacerle cambiar de idea. Me atrevo a decirle que no debe
sentir miedo alguno ante lo que le depara la suerte, pues con este
viaje inicia una travesía cuyo último puerto será el éxito y el
reconocimiento. Bajando un poco la voz y aproximándome a su oído le
diré, otro escritor notable, futuro amigo suyo e idolatrado mío, llegará a decir que el
hueco que había a la diestra de Cervantes en España usted lo ocupa. Don
Gonzalo, girará su rostro hacia el mío y reirá con sorna tras sus gafas
oscuras, ¿qué clase de demonio es usted?, me preguntará. El de la
justicia, contestaré.
A pesar que su mujer le arrastrará
cariñosamente hacia el avión, Don Gonzalo, perspicaz como siempre, me
preguntará: ¿Y qué le parecen mis otras obras? Habré de disimular con un
gesto aprobatorio lamentando, como lamento, no haber leído nada más de
nuestro ilustre escritor.
Gonzalo Torrente Ballester era uno de
los personajes que yo veía a veces en televisión cuando era un crío. Lo
miraba como un niño puede mirar a un viejo. Cuando compramos el Don Juan
de nuestra Historia de la literatura española, recuerdo cierto enfado
pues yo esperaba que el libro fuera Los gozos y las sombras. Aquel era
el título por el que conocía a Don Gonzalo, con seguridad por la serie
que veíamos que a mí no me gustaba. No sé todavía muy bien por qué se
decidieron por Don Juan pero sea quien quiera que fuese quien lo
decidió, no puedo más que mostrarle mi agradecimiento.
Excelente novela. Magistral.
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