T. Morrison: La noche de los niños

Dentro de poco hará un año que murió Toni Morrison. Los que siguen mis reseñas, seguro que alguien habrá que lo hace desde enero de 2009, cuando publiqué la primera, sabrán que una de las fases de coleccionismo por las que he pasado, ha sido la dedicada a los Premios Nobel. 

Hasta hace muy poco, cada vez que concedían el premio, buscaba enseguida un libro de la autora o autor laureada para comprarlo. Además, he ido buscando en librerías y por internet libros de todos los autores premiados. Algunos de esos libros no creo que los lea en mi vida…

No es el caso de los de Toni Morrison. 

Ya me leí Beloved y La canción de Salomón. Es curioso cómo al haberlo hecho antes de 2009, no queda constancia “digital” (así que no hay un link a sus reseñas). He de mirar en las última hojas la fecha y las notas que hacía para comprobar cuándo los leí. No voy a ser el primero que reflexione sobre el significado de no estar presente en el mundo digital (redes sociales, blogs, webs…). Pero todo me hace suponer que el siglo XXI va a ser una especie de gigantesco tsunami que acabará borrando todo lo que no se digitalice.

La noche de los niños, que en inglés se titula God help the child y que la autora quiso que se titulase The wrath of children, fue la última novela de Toni Morrison. Es una novela corta, yo diría que un borrador o esbozo que por alguna razón publicó sin acabar de pulir. No obstante, la estructura del libro es bastante interesante. Recuerda a Faulkner y a Toni Morrison… 

Toni Morrison echó mano de su sabiduría compositiva, de un puñado de estereotipos y de unos hechos interesantes para elaborar un buen producto editorial. Además de hablarnos del racismo, del culto a la estética, de la hipocresía social y de los abusos a menores, nos hace ver el gran problema que supone la falta de comunicación en las parejas. Los protagonistas tienen una dura infancia que esconden. El desconocimiento mutuo les lleva a chocar bruscamente; no entienden lo que les ha pasado. Y sin embargo, conocer el pasado que han ocultado va a ser la clave para poder seguir viviendo felizmente.