J. Didion: El año del pensamiento mágico


Veo la imagen de Joan Didion en Wikipedia y me extraño.

El año del pensamiento mágico me ha hecho imaginarme a una mujer de mi edad, no tan mayor como en realidad es. Es cierto que en algún momento los recuerdos que nos cuenta sí que me hacían pensar que era algo mayor que yo; pero, la verdad, la prosa tan ligera que utiliza, tan llena de vida renovada tras el duro golpe que supuso la muerte de su marido y la enfermedad de su hija, no me casa con la abuelita de 85 años que observamos en la fotografía.

El año del pensamiento mágico aparece el décimo en la lista de “mejores libros” del siglo XXI que publicó hace poco El país. No me parece que sea un buen libro desde el punto de vista literario. Pero sí interesante al relatar una vivencia dura e intentar hacernos vivir el proceso de duelo en un sentido profundo, sicológico y social.

La comparación con la vivencia de la muerte de los padres me ha llamado mucho la atención. Por muy extraño que nos parezca, los padres (la sangre de nuestra sangre) cuando mueren, suelen estar lejos de nuestra vida más interior y personal. En una familia con hijos, nuestra pareja y los hijos, forman parte de nuestro ser, de nuestro día a día. Una enfermedad grave de un hijo o la muerte de la pareja es un golpe directo sobre nosotros mismos. La muerte del padre o de la madre, si mueren ancianos, lo vivimos como algo “natural”, algo que tenía que ocurrir. La muerte súbita, el accidente, la desaparición imprevista de alguien tan próximo como un hijo o la pareja es otra cosa. En ese sentido me ha recordado bastante al diario de Madame Curie que Rosa Montero presenta en La ridícula idea de no volver a verte.

Es una buena lectura.

Comentarios

Entradas populares