F. Aramburu: Patria

Sospecho que aunque ya ha pasado bastante tiempo desde que se dio el fenómeno literario Patria (incluida la concesión  del Premio Nacional de Narrativa y de la Crítica 2017), todavía sigue causando sensaciones contradictorias entre sus increíblemente numerosos lectores. Yo, por fin me he decidido, porque casi lo consideraba una obligación. ¿Cómo seguir hablando (mal) del libro sin haberlo leído?

La única virtud que tiene el libro es su tema. Literariamente es un libro escrito con corrección, con un estilo que busca llegar a todo el mundo, construido con estereotipos fácilmente identificables y prácticamente aceptados por cualquier espectador del cine o de la televisión (algunos prefieren llamarlos arquetipos). Su estructura es un pelín moderna, entrecruzando las historias de los personajes y los tiempos en las que tienen lugar.  Se ve el oficio de escritor y el trabajo realizado, de hecho la novela no es mala, pero ante las palabras del jurado del Premio: «por la profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País Vasco», yo solo me quedo con lo que he subrayado. 

No obstante, la virtud que le reconozco no es nimia. Echad un vistazo a cualquier reseña del libro que admita comentarios. ¡Es ingente la cantidad de los mismos! Y casi siempre junto a unas pocas palabras sobre sus bondades y flaquezas literarias te encuentras mayoritariamente opiniones políticas y juicios de valor sobre lo adecuado o no de los personajes o de las otras opiniones que han hecho en los anteriores comentarios. 

Fenómeno literario digno de estudio.