S. Mesa: Cara de pan

Este es el primer libro de Sara Mesa que leo. Y supongo que no será el último. Me ha gustado mucho su prosa. Su lectura es ágil y rápida. A pesar de que la novela nos habla exclusivamente de dos personajes, estos son tan singulares que la llenan completamente. Por eso si alguien la quiere analizar como "Novela" dirá que no llega a serlo, pues tal y como dice la autora, más bien es un relato ampliado hasta llegar a tener un tamaño de novela corta. Quizás por requisitos editoriales. Pero como relato largo no puede dejar a nadie indifirente.

En Cara de pan nos encontramos con una joven de catorce años que deja de ir al instituto y se esconde entre unos arbustos de un parque hasta que llega el momento de volver a casa. Hasta el lugar en donde pasa el tiempo leyendo revistas y escuchando música, llega un día un señor de cincuenta y cuatro años, el viejo. Un tipo raro que no trabaja y que empieza a hablar a la niña de pájaros y de Nina Simone. Ambos son dos personas singulares que se observan con cierta precaución, especialmente la niña al viejo, sabedora de todas las brutalidades que los hombres pueden hacer con las mujeres. A partir de ese momento en el que Sara Mesa nos ha situado en una posición delicada, incómoda (nos esperamos lo peor), los personajes irán desgranando sus vidas con diestras pinceladas combinando su día a día con su pasado. 

¿Qué ha llevado a ambos hasta ese parque? La respuesta es lo que más nos debe inquietar. Sara Mesa logra llamar la atención sobre los mecanismos que tiene la sociedad para marginar a la gente. En el caso de la niña, un posible acoso escolar, creo que todos estamos de acuerdo; sin embargo, en el caso del viejo, un hombre con algunos problemas sicológicos, me da la sensación de que no tenemos socialmente una postura clara. Por eso creo que esta novela (relato-largo) es interesante de leer y, tras su lectura, reflexionar sobre Cara de pan y el viejo.