J. Lindsay: Picnic en Hanging Rock

Picnic en Hanging Rock es lo que se dice un libro de culto. ¿Qué quiere decir eso? Pues a grandes rasgos es un libro que no lee casi nadie pero que quienes lo leen dicen que es buenísimo pero, o bien se lo dicen a sí mismos, o bien a gente que no les hace ni caso; de esta manera sigue siendo un libro que no lee casi nadie sin perder su estatus.

Fuera bromas, estamos ante un libro extraño. Es lo suficientemente popular para que todo el mundo lo pueda leer y está lo suficientemente bien escrito como para que nadie lo pueda criticar seriamente. No obstante, como en el fondo su originalidad es no desvelar la solución del misterio, es probable que deje insatisfecho a todo el mundo y así el tiempo lo haya ido relegando al estante de los libros curiosos que no atraen a casi nadie. A mí me ha recordado Blanco nocturno de R. Piglia, no por lo que ocurre, sino por la sensación, al mismo tiempo, de insatisfacción y reconocimiento de la originalidad.

Como curiosidades tenemos que remarcar que la autora, Joan Lindsay, es una escritora australiana que tuvo notable éxito con esta novela. Según afirman, este libro, es un referente de la Literatura australiana. Cosa que a nosotros nos dice poco, porque la verdad, poco sabemos de la literatura de ese lejano país. 

Por otro lado, la autora consiguió crear cierta aureola mística al decir, ya en la primera frase del libro (El lector tendrá que decidir por sí mismo si Picnic en Hanging Rock es una historia real o ficticia), y después en entrevistas y en la promoción del libro, que aquello “podría” haber ocurrido. 

Por último hay una versión cinematográfica dirigida por P. Weir, que también es australiano, que también tiene algo de película de culto. También hay una serie.