Chimamanda Ngozi Adichie: Americanah




Nada más acabar Americanah  he ido a wikipedia a buscar información sobre su autora. Pienso que esta práctica es muy habitual en mí, de hecho, creo que cuando todavía no existía esto de internet, también la hacía, recurriendo a las enciclopedias que tenía por casa; aunque, y soy incapaz de recordar en qué biblioteca lo hacía, también buscaba información en la gran enciclopedia Espasa de lomos negros y volúmenes asombrosamente gruesos.

En la enciclopedia online me ha llamado la atención varias cosas. En primer lugar, la imagen de Chimamanda. Yo ya sabía que tras ese nombre tan extraño para nosotros estaba una mujer (este libro lo vi reseñado en un artículo que hablaba de literatura de mujer y africana); aún así, me extraña que la autora sea esa  joven mujer que se ve en la fotografía. Quizás porque también me extraña que yo tenga la edad que tengo, porque quizás cuando uno va cumpliendo años la fuerza de la costumbre hace que el tiempo deje de ser esa sustancia tan especial que discurre por nuestra vida dotándola de estructura y sustento...

Otra cosa que me ha llamado la atención ha sido que Chimamanda hubiera estudiado en la Universidad de Nigeria en Nsukka, viviendo en una casa que habitó el escritor Chinua Achebe. (De este escritor me leí hace muchísimo tiempo (2004) su emblemática obra Tot se'n va en orris (lo leí en catalán), y no recuerdo nada de ella). He buscado esta ciudad en Google maps y he visto desde el aire el campus de su universidad; y cuando he querido recorrer sus calles haciendo rodar la ruedecita del ratón he comprobado que el coche de Google no recorrió esas calles (cosa que sí hizo por las calles de Princeton, lugar que se menciona en la primera frase de la novela). Y digo esto, porque la tercera cosa que me ha llamado la atención ha sido una charla que Chimamanda dio en la web TED: El peligro de la historia única. En esa charla la autora nos habla de los grandes estereotipos. Del prisma por el que cada uno de nosotros  observa el mundo. Prisma que nos ha generado nuestra propia educación, nuestra propia cultura, nuestra propia historia. Y que ahora generan Internet, los medios, nuestros políticos y sus discursos. Sabiendo todo esto, Americanah adquiere un nuevo significado que transciende la historia que nos cuenta.

Americanah es una novela bien escrita, con cuerpo y consistencia. Aunque se centra en la vida de dos jóvenes nigerianos que se quieren y que, sin embargo, optan por la inmigración (ella, Ifemelu, a USA, él, Obinze, a UK), separando así sus vidas, describe un mundo más amplio y los puntos de vista diferentes con los que observan y son observados los protagonistas. Se nota la intención de Chimamanda de  mostrar los contrastes que suponen esos diferentes puntos de vista y hacernos llegar la historia con toda su complejidad, porque además de todo lo que conlleva la inmigración, nos muestra lo que supone el regreso (voluntario en el caso de ella y forzoso en el caso de él), al país de origen; el reencuentro de dos personas que se quieren, que han llevado sus propias vidas y que han de luchar para superar las barreras que, a la vuelta, les separan.

En definitiva, una novela completa y actual, que se deja leer y que nos abre un poco los ojos para que veamos mejor nuestro mundo.

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