S. Fortes: Quattrocento
Voy a empezar esta reseña copiando lo que me parece una reseña
perfecta que he encontrado en http://www.elcultural.com/revista/letras/Quattrocento/22314
Quattrocento es una
novela que se lee bien, con indudables atractivos para muchos lectores por su
trama bien construida por medio de la combinación de un enigma planteado y
resuelto entre las disputas florentinas en la lucha por el poder, la relación
amorosa entre la discípula investigadora y su maestro, y las oscuras
turbulencias de la Historia, que, si del Vaticano se trata, pueden alcanzar el
más alto grado de perversión. Son ingredientes muy explotados en novelas con
vocación de best seller. Es innegable. Pero no por ello dejan de resultar
útiles en un relato ameno y provechoso, sobre todo si son tratados con
propiedad y decoro estético.
Es posible que el haber leído
hace muy poco la última novela de Susana Fortés (El amor no es un verso libre),
haya sido contraproducente en la lectura de esta novela. Lo digo porque me ha
dado la sensación de estar leyendo la misma novela. Y lo digo, obviamente, no
por el argumento, sino por ese entramado de componentes que parece repetirse:
un misterio, una historia de amor entre un profesor y una becaria y un momento
histórico especial que sirve como substrato. ¡Vaya!, se me puede decir, pues
parece muy interesante. Sí, claro, es interesante, cuenta un hecho tremendo que
ocurrió en la Florencia renacentista de los Médicis, en 1478. E introduce también
una reflexión de notable valor sobre la importancia de la Historia como
mecanismo de explicación o herramienta que permite comprender nuestro presente.
¿Entonces?
Pues nada, que uno ya tiene
cierta edad (jo, ¡cómo me repito!), y tiene sus gustos y, como sobre gustos no
hay disgustos, pues eso.
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