P. Roth: El animal moribundo.

Otra de mis asignaturas pendientes hasta ahora. ¡Leer algo de Roth! Y no está mal para empezar.

No la consideran una de sus mejores obras, pero creo que sirve para hacerse una idea de la calidad y de la temática de este autor americano que decidió hace algún tiempo privarnos de su creatividad. 

Impresiona la forma de narrar de Roth; cómo utiliza el sexo como tema central, sin querer alejarse de los detalles que lo aproximan a la pornográfica, a lo físico e incluso a lo desagradable. Sin duda es la pose necesaria para hacer chocar el convencionalismo moralista con el hedonismo clásico que no suele aceptarse entre los que nos mostramos normalmente puritanos.

El profesor de literatura que deslumbra a sus alumnas y se acuesta con ellas aprovechando el tirón de su cultura, de su saber estar, de salir en la tele, es un Don Juan moderno. Pero no se limita a actuar. Él reflexiona sobre su forma de vivir y critica a los que quieren encontrar en el matrimonio el perfecto lugar para tener una vida completa. Esa crítica es fácil de hacer, obviamente, cuando pones frente al aburrimiento, la desidia y monotonía, la hipocresía, la falsedad, la muerte como sinónimo de matrimonio, a la libertad, el placer, la aventura, la vida como exaltación como elemento único del hombre libre, sin ataduras, soltero o divorciado (el protagonista es un hombre).

Si la novela fuera solo esto no sería en absoluto recomendable. Roth se encarga de que esto se entremezcle con la percepción y proximidad de la muerte. Consigue así pulsar esas invisibles cuerdas que nos hacen vibrar, emocionarnos, sonreir, llorar, vivir, en el sentido humano del término. 

Desde el principio sabemos que el amor con Consuelo, de origen cubano, es algo más que los numerosos líos con alumnas. Pero no por eso acaba siendo la novela un patético panfleto sentimentaloide de un viejo que añora un amor pasado, único e irrepetible. No, Roth no hace ese tipo de novelas tonta. Roth, como todo buen escritor, crea una novela desde la inteligencia, para hacernos dudar y pensar sobre lo que estamos leyendo.