J. Verne: Viaje al centro de la Tierra

Es fascinante comprobar con qué facilidad Verne escribía. Debo haber leído con anterioridad esta novela en alguna edición de esas con que los chiquillos disfrutábamos a finales de los 70 o en los primeros 80. También recuerdo la película y eso también me asombra, pues Verne escribe de tal manera que esta historia se puede pasar a la pantalla sin ninguna dificultad, como si de un guión se tratase.
Me he decidido a leerla (o releerla), porque mi hijo mayor se la está leyendo. No sé si él la acabará, pero en mi caso, ha bastado un viaje desde Valencia a Aranda para acabarlo. Es un clásico y Verne un maestro de esta literatura de aventuras.