M. Vargas Llosa: Travesuras de la niña mala: oído.

Hay gente que dice que leer muchas novelas de un mismo autor te hace aborrecerle o, si no llegas a tanto, al menos menospreciarlo. Pues, como otros dicen, en general un escritor lo único que hace en su vida es escribir una novela que va variando mínimamente en cada entrega. Esta es la segunda novela de Vargas Llosa que leo. Así que no puedo decir que ya lo haya aborrecido ni que lo menosprecie por este motivo. Pero sí que puedo compararlo con su última novela y, la verdad, esta que acabo de leer no me dice mucho. No me ha interesado especialmente las venturas y desventuras de la niña mala y mucho menos las de Ricardo, su sufridor amante verdadero. Y sin embargo he encontrado una cosa, si no muy interesante, al menos curiosa. Imbéciles hay en todos lados (cosa que ya sabemos, siendo en ocasiones nosotros mismos el imbécil cuando nos rodeamos de gente que nos hace actuar como tal o parecerlo): En la contraportada de la edición que tengo en punto de lectura, se dice: "La novela más divertida, apasionada y conmovedora de todas las que ha escrito". Se ve que el imbécil que ha escrito eso tiene cierta modestia (o reparo) y firma Babelia. No he querido buscar en la web para intentar dar con el susodicho, pero qué pena da cuando los medios, gobiernos y demás interlocutores sociales se ponen al servicio del mercado. De todas maneras, se puede leer y aprendes algo sobre los movimientos culturales y políticos de la segunda mitad del siglo XX.