Hablar de este libro es una acto de presunción. La presunción que te permite tener en tu casa una obra sobre una Ciudad como el Buenos Aires mítico que en sus páginas se muestra y se canta Un libro con prólogo de Borges y versos de Alberti. Un libro para ver con sus 127 dibujos, mejor dicho retratos de las calles de la Ciudad (con mayúsculas, tal y como hace Alberti en sus versos).
Alberti demuestra que es un poeta en el sentido de aquel que ejerce su oficio en todo momento. (No tiene que demostrar mucho más de lo que ya había demostrado por aquel entonces).
En fin, un librito de 1951, que te llena de orgullo tenerlo en la librería.
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