Javier Pérez Andújar: Todo lo que se llevó el diablo: leído.

Entré en la librería en busca de Los Príncipes Valientes, pero el voraz mundo mercantíl en el que vivimos puso a mi disposición otra novela del autor. Aunque me surgieron dudas, el tema del libro me decidió. Y, si bien no estoy muy arrepentido, me quedo con la duda de cómo es el otro libro, que supongo volveré a buscar.

A esta novela (y a su autor) [ muy ambiciosa (o)],  le hemos de agradecer el acercarnos a las Misiones Pedagógicas que la República puso en marcha siguiendo el idílico principio de llevar la cultura, los libros, el cine, el arte a cada uno de los rincones de España.

Sin embargo, es una novela de tramoya. Quizás el autor podría haber hecho un ensayo, o un pequeño manual sobre el asunto (como en parte se ve obligado al incluir una Nota autobibliográfica). El querer hablar de las Misiones hace que en la mayoría de los momentos, los personajes esten encorsetados en la labor instructiva de verbalizar la historia. Una lástima, pues cuando Javier les da la libertad de la invección y discurren a su antojo, disfrutando del momento, la novela se hace muy agradable e interesante.