O. Wilde: De profundis: oído.


La verdad, no sé exactamente qué es lo que me ha hecho escuchar esta larga carta de Wilde desde la cárcel. En algún momento llegué a una web en la que se hablaba de las diez mejores obras escritas en la cárcel. Y... me decidí por ésta.


Impresiona la sinceridad (?) de Wilde al narrar todas las barbaridades que pasó gracias al funesto "amigo" que tuvo.
La carta tiene fundamentalmente tres partes: la primera narra los hechos por los que Wilde acabó dando con sus huesos en la cárcel. La segunda, que en algunas ediciones, titulan exclusivamente como De Profundis, es una interesante reflexión sobre el ser humano, el artista, Cristo y la Literatura. De manera especial destaca la lectura de los evangelios y la interpretación de Cristo como el primer Romántico, o el fundador del "individualismo". Cristo establece el amor y el perdón como centro de su doctrina, no por los demás, sino porque vivir desde lo contrario (el odio) es insoportable (tal y como descubre Wilde desde su celda).
La última parte es una repetición de la primera sin añadir apenas nada más de lo dicho.

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