E. Calderón: La bailarina y el inglés: oído.

Durante la audición de éste libro, en varias ocasiones me ha venido a la cabeza la pregunta de para qué se escribe, o en su defecto el porqué de la lectura.
Con este libro Calderón nos da la respuesta obvia: para ganar un premio. Así que ha de estar satisfecho por el resultado. ¿Cómo se consigue?, la respuesta no es fácil: buena prosa, historia interesante, factura lograda...
Pero la respuesta que me viene a la cabeza es que algunos escritores tienen la necesidad de contar algo que transcienda. Con los ingredientes anteriores algunos construyen novelas que pasan a la historia de la Literatura.
Creo que Calderón, como otros autores actuales, está intentando escapar del que parecía tema por excelencia hace unos pocos años: España, la guerra, la transición, etc.
Para ello se ha ido a la India durante la Segunda Guerra Mundial, amenazada por la invasión nipona, pero realmente preocupada por su independencia del Imperio Británico. Y eso le ha llevado al problema de tener que explicar continuamente las circunstancias.
Decía Katherine Neville que si un escritor sabe de verdad sobre un tema, la historia que cuenta no necesita de explicaciones. Calderón sabe del tema pero desconfía del lector, y así se decide por incluir numerosas explicaciones o justificaciones de su historia. Una lástima, pues la historia no es mala.

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