Hesíodo: Trabajos y días

 

Es posible que Hesíodo fuera coetáneo de Homero. De Homero casi no se sabe nada (por lo que dicen). La Ilíada y la Odisea se pueden considerar las obras fundacionales de nuestra cultura (cultura occidental). Trabajos y días no nos habla de hazañas de grandes hombres o héroes. Dice Irene Vallejo sobre el autor y el libro:

Sus hexámetros conservan el sabor de la oralidad, pero contienen un ingrediente nuevo: el germen de lo que hoy llamamos autoficción…. comienza la genealogía de la poesía social.

Estos comentarios me han llevado a la lectura de este curioso y antiguo texto.

En el libro encontramos un poco de todo. Por un lado nos habla de los dioses y las generaciones fallidas de “hombres” que crearon. Hesíodo habla al mismo tiempo de los líos con su hermano Perses. De hecho parece que a quien dirige el libro es a su hermano. Pero como si con ello nos quisiera hacer saber que sus palabras a su hermano no le van a hacer ningún efecto, se dirige al lector directamente. Y así nos advierte de lo importante que es el trabajo. Pero no se trata de un sencillo o complejo discurso moral, más bien es un compendio de instrucciones o consejos de cómo trabajar bien, hacer las cosas cuando toca y buscar la justicia y la equidad. Es curioso cómo las estrellas marcan los momentos de empezar a hacer diversas tareas.

Contrariamente a lo que sugiere Irene Vallejo sobre ser el creador de la autoficción o incluso de la poesía social, creo que lo que no admite duda es que Hesíodo es el primero que utiliza la escritura para compartir su conocimiento práctico del mundo. Yo lo veo más como el maestro que escribe sus enseñanzas. Trabajos y días es claramente un poema didáctico. Hesíodo es un hombre culto, preocupado por el mundo que le rodea, por sus orígenes y por compartir su sabiduría. Nada que ver con la autoficción (que siguiendo a Todorov está más relacionada con el solipsismo) ni con la poesía social (cuyas connotaciones políticas de denuncia de un estado opresor son incuestionables en este país).

Algunas frases que he apuntado son las siguientes:

Es muy meritorio quien consiente que se le aconseje bien; pero quien no escucha ni a sí mismo ni a los demás, es un hombre inútil.

Ama al que te ame, ayuda al que te ayude, da al que te dé; pero no des nada a quien no te dé nada. Se da, en efecto, al que da; pero nadie da a quien no da nada.

El hombre que difiere siempre las cosas lucha con la ruina.

Bebe vino negro, sentado a la sombra, y hártate de comer, con el rostro expuesto al soplo tibio del viento, al borde de un manantial que corra incesante y claro.

La mala fama es peligrosa; se levanta fácilmente, se soporta con pena y se consigue difícilmente echar de sí.

 

 

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