A. Gide: Corydon


Me compré este libro hace mucho tiempo, tras haber sido deslumbrado por Los monederos falsos y desear leer todo lo que pudiera de Gide. No me canso de esos monentos de excitación que me causan algunos libros. Supongo que por eso sigue siendo la lectura una de mis formas de ocio preferidas. Ahora, después de tantos años, me he decidido a leer este ensayo en forma de diálogo que Gide escribió en defensa de la homosexualidad. 

Al igual que me pasó leyendo El mito de Sísifo, me asombra ver cómo se utiliza la literatura como banco de datos del ensayo filosófico o artístico. Este libro, dividido en cuatro diálogos, empieza con un análisis de la sexualidad en diversas especies, utilizando aportes que la  Teoría de la Evolución ofrece al autor. Pretende Gide demostrar que la heterosexualidad y la homosexualidad aparecen en la naturaleza de una manera semejante y que en el caso de los seres humanos, ha sido la presión educativa y social la que ha convertido a la homesexualidad en algo supuestamente malo, depravado, antinatural, etc, etc. 

Una vez expresada su opinión de que mas bien es todo lo contrario, que la homosexualidad es algo presente en todas las especies porque el instinto sexual para la procreación está controlado por el celo de las hembras, nos dice que en el caso del ser humano en el que las relaciones sexuales no están controladas por el celo de la hembra, se ha tenido que establecer un sistema social en el que se potencia la sexualidad heterosexual para garantizar la reproducción. 

Luego busca en las grandes obras literarias desde la antigüedad la presencia de la homosexualidad como muestra de que era algo natural. 

Se trata por tanto de una curiosidad escrita en 1909 que Gide no se atrevió a publicar hasta 1920 y que armó bastante revuelo.

Comentarios

Entradas populares