J. Camps: La última confidencia del escritor Hugo Mendoza.

El señor Joaquin Camps es profesor de Economía en la Universitat de València Estudi General. Y salta a la palestra con un interesante "tocho" que necesita de un par de idas y vueltas (y 1/2) entre Aranda de Duero y Valencia para acabarlo. Pero eso solo da cuenta de su longitud. No es producto de la dificultad de lectura, ni de la falta de interés.

Si las clases del señor Camps son tan intrigantes como esta novela, debe de ser todo un acontecimiento asistir a ellas. Creo que es una lectura ideal para el verano, o para unas vacaciones más o menos largas, en las que uno se puede zambullir en un proyecto de tal envergadura (a mí me resulta muy difícil leerme libros de muchas páginas).

Dicho esto, hay que tener en cuenta que este libro está pensado para eso, para entretener y supongo que para vender. Es decir, no es una obra de "literatura" en el sentido tradicional (ni falta que le hace). Para aquellos que les gusta sacar punta a todo, el autor se lo ha puesto difícil, porque todo está muy atado y bien atado. Para criticar el libro, mejor lo tienen los amantes de la verosimilitud. Es decir, aquellos que no quieren dar ese paso fantasioso que algunos autores piden a sus lectores a cambio de tensión, acciónn y divertimento. Ciertamente algunas cosas son poco creibles para este tipo de lectores. Pero si esto es un poco molesto, baste echar una mirada a la foto del autor; tipo atractivo, con cierto parecido a Steve Jobs, que transmite empatía y que se le pueden permitir ciertas cosas. Si no, que se lo pregunten a mi sobrina.