M. Unamuno: En torno al casticismo.


Pues sí, estar por estas tierras me lleva a los autores clásicos castellanos. Y casi para comenzar he buscado el contacto con la tradición ensayística en Don Miguel Unamuno. Habla Don Miguel en este largo ensayo de la configuración del carácter castellano, del casticismo, justificando que en contra de lo que parece darse por malo, la casta, no es algo de por sí negativo; más bien, es lo que define el pasado de un pueblo, aunque en el presente evolucione para generar posiblemente una nueva casta, o una nueva configuración del carácter. Y Unamuno empieza poniendo de manifiesto la importancia del clima extremo, no atemperado por las aguas del mar ni del océano. Y busca, en la literatura, la evidencia del carácter propio del castellano. Así, salvo la gloriosa excepción de Cervantes, similar a Shakespeare, ese carácter castellano lo encontramos en las obras de Lope y de Calderón. Obras en las que los personajes no poseen una sicología compleja sino que se dejan llevar por las circunstancias, explicando estas el porqué de los hechos. Así, como cabría esperar de estas mentes poco reflexivas, no hay tradición filosófica importante, sino mística, que como mucho, o tan solo, en lo que podríamos llamar aportación renacentista, muestra una apertura a la razón en Fray Luís. Finaliza Unamuno este análisis del casticismo castellano, remarcando el marasmo con el que la juventud vivía a finales del siglo XIX y, también, de manera un poco sorprendente, de cierta brutalidad del hombre en la relación familiar.

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